martes, 20 de diciembre de 2011

Camponotus lateralis en la sierra de Alcubierre.


El género Camponotus puede diferenciarse fácilmente de otras Formicinae por que la inserción de las antenas en la cabeza está visiblemente alejada del borde del clípeo (ver “Anatomía general de una Hormiga (3). Cabeza”) tal y como se puede ver en la siguiente imagen:
Aquí puede apreciarse la separación existente entre la inserción antenal y el borde del clípeo

En uno de mis últimos paseos de este año 2011 por la sierra de Alcubierre, pude observar innumerables alados (sexuados de ambos sexos) de Camponotus lateralis (Olivier, 1792). A esta hermosa hormiga la he localizado casi siempre en los bordes de las zonas boscosas; sobre todo he observado sus nidos debajo de grandes piedras donde llega algún rayo de sol. Creo que ya he comentado alguna vez la importancia de estas piedras que sirven de acumuladores de calor y por tanto como emisores de energía para la colonia en concreto.


En Camponotus lateralis, se caracterizan las obreras por ser bicoloreadas: Cabeza y tórax rojos con abdomen negro; son algo parecidas en cierta manera a Crematogaster scutellaris (Olivier, 1792) pero de mayor tamaño, sin la forma acorazonada del gáster y por supuesto con un solo peciolo entre el mesosoma y el gáster a diferencia de aquellas que tienen dos (peciolo + postpeciolo = Myrmicinae). Las reinas son de mayor tamaño (12-14mm) que las obreras más grandes (5-7mm).

A#179. Obrera de Camponotus lateralis

Aunque en las bases de datos de alados (*) y fichas de la especie sugieren que los vuelos nupciales se efectúan al final de la primavera, he visto en varias ocasiones tanto machos como hembras a finales del mes de octubre, haciéndome dudar incluso, en un primer momento, de que pertenecieran a esta especie. Después de una observación atenta de estos especimenes a la lupa (p. ejem. A#179), he podido constatar que efectivamente eran Camponotus lateralis. Hemos de suponer que los sexuados hibernan (o invernan) en el nido durante la estación más fría. No me explico el porqué, pues a priori, me parece un derroche energético, además de un riesgo, el mantener a los sexuados todo el invierno y parte de la primavera sin aportar nada a la colonia, además de consumir sus propios recursos. Pienso ahora en las diferentes estrategias para enfrentarse a un mismo problema; por ejemplo, otra especie, la hormiga argentina literalmente decapita a un elevado tanto por ciento de la casta real antes del invierno… En fin, siempre respondo cuando me preguntan por mi “recién desatada afición por los insectos sociales” que ningún grupo animal me ha parecido tan interesante y con tantos retos intelectuales.

A#179. Hembra de Camponotus lateralis
   
A#179. Macho de Camponotus lateralis

Cambiando de tema, para los que quieran mantener esta especie en cautividad, recordarles que es una especie monogínica (una sola reina por colonia) y sobre todo que no abusen de la humedad en el hormiguero, pues esta especie obtiene el agua básicamente de su alimentación. En la naturaleza pastorea pulgones ingiriendo su “melaza” y en cautividad podemos darle agua azucarada (carbohidratos para los adultos) junto a algunos insectos (proteínas para las larvas); los comienzos con esta especie, partiendo de una sola reina, son lentos, pero a partir del segundo año ya la colonia toma una cierta celeridad en el aumento de sus efectivos (obreras). Atención a las fugas de esta especie, pues por mi experiencia, pueden  cambiar de nido más o menos rápidamente. Tuve una colonia de esta especie que se fugó desde su “flamante” hormiguero de metacrilato provisto de toda clase de “antifugas” (talco, aceite…) estableciéndose unos metros más allá, y por muchos meses, debajo de un acuario gracias a una pequeña abertura en su marco plástico, en mi inexperiencia, estoy seguro que el desencadenante de la “migración” fue el exceso de humedad y cuidados con los que proveía a la colonia.

A#179. Hembra fértil, obrera y macho de Camponotus lateralis
 
(*): Son bases de datos donde comunidades de mirmecólogos y/o aficionados registran las fechas en que han observado vuelos nupciales, relacionando así, especies, fechas y lugares.